El primer libro leído en 2024 fue toda una sorpresa, sobre todo porque tenía algunos años con él en la Kindle. Les doy un poco de contexto.
‘Panza de burro’ fue un éxito inmediato en España
desde su publicación en 2020. Leí mucho sobre él durante todo 2021, para ese
año ya era un fenómeno mundial, lectoras que sigo en redes sociales (Alejandra Arévalo,
@sputnik, fue una de ellas) lo recomendaron y elogiaron. Para inicios de 2022 seguía
teniéndolo en una lista de pendientes, se lo mencioné a mi novia y me lo regaló
el 14 de febrero, así llegó a mi Kindle. Terminó 2022 y no lo leí, no fue un
buen año de lecturas para mí, leí muy poco. Aunque leí un poco más en 2023, no
fue hasta a finales de este año que, como propósito de tachar algunos libros de
mi lista de libros-por-leer, lo comencé. Terminándolo en los primeros días de enero
de este año.
Estoy seguro que este título aparecerá en mi top de
favoritos de este 2024. Es uno de esos libros
increíbles que, desde sus primeros párrafos, hacen que mil cosas crucen por tu
mente.
La primera cosa que cruzó por mi mente fue ¿de dónde es
esta manera de hablar? Y es que, para cuando decidí leerlo, poco recordaba de
la sinopsis y nada sobre su autora, aunque sabía que no era mexicana. Sin
embargo, decidí no investigar esta información, decidí que lo haría hasta el
final porque me gusta eso de entrar a ciegas a una obra, por lo que me limité a
buscar las palabras que no conocía. También, en parte, porque no quería
entretenerme en otra cosa más que en seguir leyendo. Y es que, el lenguaje en que
nuestra narradora nos cuenta la historia, se siente íntimo y honesto, y cuando menos
lo pensé me vi encantado, enganchado.
La historia la cuenta una protagonista sin nombre, de apenas
diez años, y en su relato vivimos su cotidianidad, la cual, en gran parte, gira
en alrededor de su mejor amiga, Isora, a la cual admira y envidia por la manera
en que se desenvuelve en el mundo. Las aventuras en su pueblo y sus alrededores,
desde ir a jugar con Juanito, un niño al cual le gusta jugar con barbies, hasta
aventurarse a explorar más allá de los limites de su pueblo; el descubrimiento de
nuevos sentimientos, los celos al ver que Isora tiene nuevos amigos, la ansiedad,
irreconocible en ese momento, de verla distanciarse o esperar su llamada telefónica;
y los primeros encuentros con el placer sexual, frotándose contra el filo de la
cama, deseando a su amiga Isora, son algunos de los tópicos que Abreu toca con una
naturalidad bestial, haciendo que recordemos peculiaridades de nuestra infancia.
La mezcla entre la crudeza, con la que se mencionan todos
y cada uno de los temas, y el lenguaje maravilloso, sin tapujos, de una infanta
que desconoce aún los prejuicios alrededor de la sexualidad y vive sin vergüenza
alguna sus experiencias, crean una lectura única.
Por lo relatado no es difícil imaginar que los personajes
se encuentran en un poblado rural. El uso de palabras como vulcan, fisquito,
chocho, pepe y otras palabras, me recordaron a dialectos similares a los que
encontramos en pueblos de México, los cuales están repletos de particularidades y
ritmo, y que muchas veces, en nuestro esnobismo, hacemos menos, cuando reconocer y adoptar su riqueza nos sería más beneficioso.
Terminando de leer esta novela me quedé pensando en los momentos
en que, a través de la educación, nos hacen sentir vergüenza de tocarnos
o experimentar lo erótico. Cómo lo sexual se torna en algo prohibido y oculto, algo
sucio. En cuánta falta nos hace tratar los temas del sexo con más naturalidad.
De igual manera me sentí emocionado, con ganas de saberlo todo sobre Andrea Abreu y su obra maravillosa. Me vi más de diez entrevistas y en cada una brilla su autenticidad. También, en cada una habla sobre la importancia de reconocer nuestros dialectos y no dejarlos morir. Recomiendo especialmente la que le realizó el canal A Pierna Suelta en Youtube.
El dialecto utilizado en la novela es Canario. Andrea Abreu es de Islas Canarias, un archipiélago de origen volcánico al noroeste de África. Creció con la clase obrera, de hecho sus personajes representan esa parte de las islas, parte alejada de lo lindo y turístico, la cual se desarrolla entre una masa de nubes grises que parecen no tener fin (fenómeno conocido como Panza de burro). Es periodista y escritora, le gusta el reggaeton y se ha dedicado a todo. Publicó Panza de burro, su primera novela, a sus veinticuatro años.
Espero haya quedado claro que la novela me encantó en todos los sentidos y para mí es un absoluto 5 de 5 estrellas. Pueden seguirme y mandarme solicitud de amistad en GoodReads.
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