Edward Berger explora la organización política de la iglesia católica y nos brinda momentos hilarantes, llenos de tensión y drama, en su nueva película: Cónclave.
La película inicia con la muerte del Papa. En las primeras secuencias, todas precisas y bien logradas, podemos ver el ritual y orden que caracterizan a esta iglesia. Se le despoja al Papa del anillo papal, se le traslada fuera de su habitación para su funeral y su habitación es sellada. No hay tiempo que perder, es hora de elegir un nuevo representante.
El cardenal britanico Lawrence, interpretado por Ralph Fiennes, es el elegido para vigilar y coordinar este evento, el cónclave, en el cual los cardenales de diferentes partes del mundo se reúnen y votan para seleccionar a su santidad. Desde el inicio queda claro que para el cardenal esta tarea impuesta le está costando paz mental. Su crisis de fe pareciera aumentar al pasar los días, pero también su convicción para proteger a la iglesia. Hay una mezcla de sentimientos contradictorios, los cuales Ralph Fiennes supo interpretar con fluidez.
En esta reunión salen a relucir secretos, se reviven enemistades y se crean complots, dejando en claro que los católicos son como cualquier otra comunidad política, llena de malos y buenos, corruptos y correctos. Un montón de hombres, la mayoría en altas edades de la vida, susurrando secretos y esperando ver al otro caer. Codiciando el poder.
Ralph Fiennes, Stanley Tucci e Isabella Rossellini, como era de esperarse, sobresalen en sus interpretaciones, pero ninguno en el reparto se queda atrás, todos lo hacen muy bien. La gran sorpresa de la película sería el actor Carlos Diehz, quien en su papel como el Cardenal Benitez transmite humildad y humanismo.
Por otro lado, Berger y el cinematógrafo Stéphane Fontaine supieron utilizar cada plano a su favor. En su fotografía se transmite la grandiosidad de la Capilla Sixtina y otras locaciones del Vaticano (todos sets), la esterilidad de los ambientes, habitaciones y vestuarios con una gama de colores donde dominan el rojo, el negro y el beige. Todo muy bien complementado hasta este punto.
La cinta tiene varios clímax, es muy dinámica y no desperdicia ningún minuto. Si acaso el final deja un poco que desear, no por la gran revelación que involucra al papa elegido, si no por la manera en que llega. Aun así es interesante que la cinta tomará ese curso.
Cónclave tiene ocho nominaciones al Premio Oscar: Mejor producción, Mejor Vestuario, Mejor Banda Sonora, Guión adaptado, Montaje, Actriz de Reparto, Actor Principal y Mejor Película.
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