Mi primer acercamiento a la obra de Jeffrey Eugenides fue a través de la película "Las vírgenes suicidas", adaptación de su primera novela. Me sorprendió demasiado. El trabajo de Sofia Coppola me pareció impresionante y moría de ganas de sumergirme en la novela de Eugenides, sospechaba que detrás de lo logrado por Coppola había un gran escritor y una gran novela. Pero llegó antes a mis manos “Middlesex”, su libro más aclamado. Y como me gusta tomar estos eventos como señales, decidí que leería primero esta novela.
Como contexto, para que me conozcan un poco, las disidencias sexuales son de mi gran interés. Reconocer cada identidad y darle el respeto que merece, además de la visibilidad, es un tema que me apasiona. Por eso, de entrada, obtuvo toda mi atención. La intersexualidad es un tema poco tratado en la literatura.
La novela está protagonizada por Cal Stephanides, quien nace dentro del espectro intersexual y nos cuenta su historia en retrospectiva. Remontándose a la incestuosa relación de sus abuelos, los cuales se ven en la necesidad de migrar de Oriente Medio a América, hablando de su peculiar vida familiar desde antes de su naciemiento hasta su adultez.
Lo que en un principio parecería una simple biografía, se convierte rápidamente en una historia compleja, llena de giros y profundidad, donde lo queer es importantísimo, pero todo lo que lo rodea también. Eugenides crea el balance perfecto para darle notoriedad a un sinfín de detalles y mantenerte interesado durante todo el desarrollo de la historia; es un drama familiar envuelto en una crónica social e histórica que explora el concepto de la identidad en varios niveles.
Middlesex es ambiciosa, reflexiona y nos invita a analizar las diferencias y similitudes entre lo masculino y lo femenino, lo colectivo y lo individual, la herencia familiar y las expectativas sociales. Más o menos a la mitad de la lectura, impactado por la ambición de Eugenides, me pregunté si la novela mantendría la misma grandeza hasta el final, si lograría continuar con el mismo ritmo hasta las últimas páginas o si en algún momento comenzaría a divagar y a perder fuerza. Para el clímax de la historia, cuando le ofrecen a Cal “arreglar” o “corregir” su sexo, asumir una postura dentro del binarismo, la decisión que toma Cal, y por consiguiente la decisión que tomó Eugenides, me sorprende, logra disipar las dudas que tenía y me confirma que la novela es un logro monumental. Al finalizar la lectura no puedo creer lo que acabo de leer. Es buenísima.
Deja claro que no hay nada patológico, no hay nada que arreglar en esta situación, que elegir es algo personal y único, que la identidad no está definida, la identidad se vive, se asume, fluye y se construye a través del tiempo.
Jeffrey Eugenides es un novelista estadounidense con ascendencia griega. Es autor de tres aclamadas novelas, todas ellas publicadas por Anagrama: Las vírgenes suicidas, llevada al cine por Sofia Coppola: «Extraordinaria novela, las hermanas Lisbon son a la literatura de los noventa lo que el Holden Caulfield de El guardián entre el centeno fue a la de los cincuenta» (Sergi Sánchez, El Mundo); Middlesex, que obtuvo el Pulitzer 2003 y fue considerada una de las mejores novelas de las últimas décadas: «Sobresaliente, poderosísima» (Antonio Fontana, ABC); «Magnífica saga familiar, una novela deslumbrante» (Ignacio Martínez de Pisón); «Colosal» (David Guzmán, La Razón); y La trama nupcial: «Fino y empático... Eugenides vuelve para reclamar su lugar entre los maestros artesanos de la (gran) novela (americana)» (Rubén Pujol, Rockdelux); «Una luminosa meditación acerca de la distancia que media entre la literatura y la vida» (Eduardo Lago, El País).
Reviewed by Marco Pérez
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agosto 20, 2025
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Excelente reseña!!
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