el regreso de The OA y su enigmático multiverso

Desde su estreno en 2016 The OA ha ganado una legión de fans considerable. Y es que la primera temporada fue, sí, extraña pero hermosa. Una historia de ciencia ficción y drama que exploraba las experiencias cercanas a la muerte, la fe y la humanidad. Bien desarrollada y dirigida, nos adentraba con sutileza en la historia de Prairie y sus amigos —con quienes estuvo secuestrada siete años— a los que está decidida a encontrar.

¡En esta segunda parte olvídense de la delicadeza! A Brit Marling y Zat Barmanglij les explotó la tacha mientras consumían LSD y se fumaban un porro.

Las cosas se ponen locas

Prairie ha saltado a otra dimensión y ha ocupado el cuerpo de Nina Azarova —su nombre de nacimiento— quien no tuvo ese accidente en autobús, ni quedó ciega, ni fue adoptada, ni secuestrada por Hap. Se nos presenta un nuevo personaje, Karim, que busca a una joven llamada Michelle Vu, quien tiene la apariencia de Buck.

Aparece Zendaya como actriz invitada. Hap, Rachel, Scott, Renata y Homer están en la misma dimensión que Nina y se encuentran en una clínica psiquiatra. Los chicos: Steve, Buck, French, Jesse y BBA en la otra dimensión sufren el duelo de perder a Prairie y quieren contactar con ella. Una asociación que investiga los sueños de miles de personas, un pulpo milenario, árboles que hablan y una casa antigua son parte de las muchas piezas del rompecabezas que se irán conectando, a un ritmo que te quita el aliento, hasta llegar al final.

Renuncien a la nostalgia y sentimentalismo de la primera parte

Esta segunda entrega no se anda con rodeos, entra directamente al tema y aunque resuelve muchas de las cuestiones planteadas en la temporada anterior, también propone mil más. Es tanto el abuso de conceptos e ideas que la serie toca por momentos el absurdo o, de plano, se sumerge en él. Las opiniones serán muchas, habrá quien ame tanta locura y algunos otros, me temo, renuncien a la serie por la misma razón.

Lo que no se puede negar es la integración de cada idea y lo cuidado que está el guion. Asimismo, la magnífica atmósfera y ritmo demencial que se crea capítulo tras capítulo.

La dirección y la estética de la producción son de altura, creando algo enigmático y extremadamente raro. Y no dejemos de lado las buenas actuaciones del cast y lo visualmente propositiva que es.

Según Brit Marling se esperarían un total de cinco partes. Habrá que ver qué dice Netflix al respecto y la recepción de esta última entrega. Por lo pronto esta temporada está disponible desde el 22 de marzo en su plataforma.

¿Ya la vieron?